“Al empezar a escribir esta especie de memorias me daba buena cuenta de que algo habría en mi vida (mi muerte, que Dios quiera abreviar) que en modo alguno podría yo contar; mucho me dio que cavilar este asuntillo y, por la poca vida que me queda, podría jurarle que en más de una ocasión pensé desfallecer cuando la inteligencia no me esclarecía dónde debía poner punto final. Pensé que lo mejor sería empezar y dejar el desenlace para cuando Dios quisiera dejarme de la mano, y así lo hice.”
La familia de Pascual Duarte, de Camilo José Cela.
Buenas tardes amigos, hoy voy a hablaros de una novela enmarcada dentro de lo que se llamó “tremendismo”, cuyo ámbito fue la España arrasada por la guerra civil y la consiguiente posguerra. La importancia de esta obra supuso que la literatura española retornase al mundo popular y campesino, poblado por seres primitivos y elementales, en cuyos instintos primarios y pasiones salvajes alienta la barbarie ancestral de una tierra marcada por la violencia y el odio.
Camilo José Cela Trulock nació en Iria Flavia, A Coruña, el once de mayo de 1916. En 1925 su familia se traslada a Madrid. Antes de terminar sus estudios de Bachillerato cae enfermo y es internado en un sanatorio de Guadarrama durante los años 1931 y 1932, donde emplea el reposo obligado en largas sesiones de lectura. En 1934 ingresa en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense. Sin embargo pronto la abandona para asistir como oyente a la Facultad de Filosofía y Letras, donde el poeta Pedro Salinas da clases de Literatura Contemporánea. Cela le muestra sus primeros poemas y recibe de él estímulo y consejos. Esto resulta fundamental en la decisión de Cela por su vocación literaria.
En la Facultad conoce a Alonso Zamora Vicente, a María Zambrano y a Miguel Hernández, y a través de ellos entra en contacto con otros intelectuales del Madrid de esa época. En plena guerra civil, termina su primera obra, el libro de poemas “Pisando la dudosa luz del día”. En 1940 comienza a estudiar derecho y ese mismo año aparecen sus primeras publicaciones. Su primera gran obra fue la que hoy comentamos y vio la luz en 1942. A pesar de su éxito, sufre problemas con la iglesia y se le prohíbe una segunda edición que, definitivamente, acaba siendo publicada en Buenos Aires.
A partir de entonces, Cela abandona la carrera de Derecho y se dedica profesionalmente a la literatura. En 1944 empieza a escribir “La Colmena” y aparecen “Viaje a la Alcarria” y el “Cancionero de la Alcarria”. En 1951 “La Colmena” se publica en Buenos Aires y es prohibida en España. En 1954 se trasladó a Mallorca, donde ha vivido gran parte de su vida y fue en 1957 cuando es elegido para ocupar el sillón Q de la Real Academia Española.
Durante la época de la transición a la democracia desempeñó un papel notable en la vida pública española, ocupando por designación real un escaño en el Senado de las primeras Cortes democráticas, participando así en la revisión del texto constitucional elaborado por el Congreso. En los años siguientes sigue publicando con frecuencia, destacando en este periodo sus novelas “Mazurca para dos muertos” y “Cristo versus Arizona”. Ya consagrado como uno de los grandes escritores del siglo XX, durante las dos últimas décadas de su vida se sucedieron los homenajes, los premios y los más diversos reconocimientos. En 1987 recibió el Príncipe de Asturias de las Letras; en 1989, el Premio Nobel de Literatura y en 1995, el Premio Cervantes, amén de decenas de doctorados “Honoris Causa” de Universidades de todo el mundo.
Camilo José Cela falleció en Madrid el 17 de Enero de 2002, a la edad de ochenta y cinco años.
En la novela que hoy nos ocupa, La familia de Pascual Duarte, el narrador-protagonista, un pobre campesino, cuenta desde la cárcel, donde espera su ejecución, las calamidades que la vida le deparó. Ya de niño era golpeado brutalmente por su padre, maltratado y vejado por su madre alcoholizada y, en fin, criado en un clima hostil y desgraciado. Todo esto marca la mala suerte que Pascual tendrá en el futuro: continuas desdichas tales como las muertes de sus hijos, uno abortado y el otro a la edad de once años, la de su mujer, Lola, etc.
Las desgracias acompañan al protagonista a lo largo de su vida; asiste a la muerte de su hermano Mario, hijo bastardo de su madre, a la prostitución de su hermana, Rosario, el asesinato realizado por él mismo del “Estirao”, chulo de su hermana; actos de extrema violencia que comete sin justificación posible, hasta su muerte, una muerte lastimosa.
La época en la que transcurre la novela, ubicada en la Extremadura rural, se sitúa entre 1882 y 1937. Son años en que la realidad socio-política española estaba marcada por un clima de profunda inestabilidad, agitada por bruscos cambios de gobiernos y constituciones.
El personaje, Pascual Duarte, carece de toda habilidad social y solamente conoce la violencia como único recurso para solucionar los problemas que se le van planteando en la vida. Por eso, la historia tiene un argumente truculento, sórdido y abunda las escenas de una violencia desaforada. Pascual relata la historia de su vida con un lenguaje que evoca el habla rural y que recurre, a menudo, a comparaciones con la naturaleza y al uso del refranero español, cuando no encuentra palabras para expresar lo que piensa o siente. Así mismo se ve influenciado por el clima social del momento.
La aparición en 1942 de este relato irrumpiendo en el yermo y desolado paisaje de nuestras letras, constituyó una auténtica revelación por la audacia y originalidad del tema y por el carácter bronco y desgarrado del clima humano y vital que se refleja en sus páginas. Esta provocación en la narración no debe hacer olvidar que uno de los fines perseguidos por el autor era poner en evidencia la blanda, convencional y suave literatura española realizada en aquellos años.
Traducida a numerosas lenguas (se dice que es la obra más traducida después del Quijote), “La familia de Pascual Duarte” y su campesino protagonista marca un hito en la literatura española de la primera mitad del siglo pasado. Otras obras de cela son: “Pabellón de reposo”, en 1943; “Mrs. Caldwell habla con su hijo”, en 1954; “La Catira”, de 1956; “Oficio de tinieblas”, de 1973; “San Camilo 1936” de 1975; “Rol de cornudos”, de 1976; “Crónica del cipote de Archidona”, de 1977, etc.
Mi recomendación, además de la lectura obligada de “La familia de Pascual Duarte”, es la también obligada lectura de “La colmena”. Aunque, seguramente, la inmensa mayoría de nuestros oyentes ya la habrán leído, ¡¡¡releedla!!!, os sentará bien. Porque, para mí, es uno de los relatos más interesantes y emotivos que conozco.
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