¡¡Peligro!! España puede no recibir la ayuda europea I La hora de Demos
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"Los individuos en una democracia interesan en tanto que militantes ideológicos de determinadas agrupaciones que, al estar en conflicto entre sí, pugnan por parcelas de poder. Dentro de ese contexto el papel que la Educación tiene es servil, al servicio de la conciencia de los individuos con el objeto de convertirlos en dóciles por las ideologías constituyentes del Estado democrático" (Jesús G. Maestro). "El objetivo es crear mentes que asuman que no hay fronteras, no hay capas corticales y donde todos nos abrazamos, nos queremos y somos felices. Los profesores conocen el veneno que se les exige administrar a sus alumnos. Es un proceso de deterioro y descomposición de la Educación, donde los idealistas encuentran el terreno ideal para destrozarlo todo" (Jesús G. Maestro).
El régimen de Franco fue, de largo, más honesto y respetuoso con las libertades individuales que el régimen actual. Había censura reglada, cada uno sabía de qué se podía hablar y de qué no. Hoy día, en teoría hay libertad aunque ya cercenada con la ley de odio, pero cuidado con lo que hablas porque atente a las consecuencias: la muerte civil. Con Franco había muchísimo más respeto al derecho de propiedad privada que hoy. Con Franco el número de fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado eran tanto en cantidad como en porcentaje respecto a la población mucho menor al actual Creo que estamos en un mátrix.
¿Cómo que el Poder Judicial no es un poder, entonces piensa como Trevijano, suficiente con que tenga libertad y autonomía para dictar sentencias, etc.? Si no es un poder, ¿para qué está? Si sus sentencias, etcétera son un canto, una oda al escribir y hablar, ¿para qué sirve si no dispone de la fuerza ejecutoria, es decir, del poder, de imponerse.
"Dadme el control de la moneda de un país y no me importará quién haga las leyes" (Mayer Amschel Rothschild). Olvidamos este campo, tan vital como las leyes.
¿Es posible sentir afecto por una democracia que no sólo limita hasta lo irrisorio el poder de voto de sus ciudadanos sino que, además, admite y hasta financia a sediciosos capaces de destruir la nación, sostén de la democracia?
"La progresía convierte la democracia en un insufrible negocio humanitarista" (Jesús G. Maestro).
"El imperio de la multitud no es menos tiránico que el de un hombre solo, y esta tiranía es tanto más cruel cuanto que no hay monstruo más terrible que esa fiera que toma la forma y nombre de Pueblo" (Marco Tulio Cicerón).
En España es tal el papanatismo de la sociedad que antepone la democracia a la patria, con lo que coloca una alfombra de lujo al primer invasor avispado y sin escrúpulos que se anime. El primero que ofrezca bienestar económico, dinero y placer obtendrá el poder y la nación española. A tal nivel de desafección hemos llegado. Los españoles no conocemos nuestro país, la verdad de España, nuestra verdadera historia, no la oficial creada por las potencias del momento, esto es una triste realidad. La Leyenda Negra ha difuminado todo sobre España hasta llegar a producir rechazo e incluso odio entre nuestros compatriotas.
La mayoría de la población es víctima del abuso de los funcionarios públicos, de las empresas y de particulares, pero es sumisa y obediente. En una democracia el poder lo ostenta la mayoría, por este motivo es más preocupante que las masas apoyen a las instituciones que las están esclavizando que el propio autoritarismo. La sumisión de la población permite el aumento del abuso de las instituciones públicas promoviendo el autoritarismo, la corrupción y el esclavismo. Es una situación decadente y autodestructiva como lo demuestra que las actuales generaciones de jóvenes están viviendo peor que sus padres. Una distopía es un futuro indeseable para la mayoría, ya muchos advertían en el siglo XX que la democracia nos llevaría a la esclavitud. El autoritarismo no es posible si la población no lo permite, se puede acabar con él si una minoría suficiente de la población se opone.
Las autoridades públicas utilizan su poder institucional para enriquecerse, imponer sus creencias y satisfacer sus vicios. Como los funcionarios son degenerados y depravados porque tienen impunidad, acuden a los tribunales para quitarnos nuestro patrimonio, nuestras herencias, venden sus sentencias, sus resoluciones y su poder institucional para conseguir sus objetivos. Nadie está a salvo de ellos, estamos permitiendo que cualquier autoridad pública haga lo que quiera con nuestra vida, nuestro cuerpo, nuestra casa, nuestro patrimonio, nuestros ingresos, nuestra familia y amigos. En definitiva, estamos permitiendo la destrucción de nuestra escasa libertad y abrazando la esclavitud.