LOS POBRES DE MI TIERRA-Capítulo-VI- 'colonizadores sin escrúpulos' - de J. Híades

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UNIÓN UNIVERSAL DESARROLLO SOL

-en el ruego de que se divulgue.Gracias.....los colonos europeos rapiñaron, destruyeron y eliminaron los vestigios que hasta el momento se venían cultivando de antiguas civilizaciones del África negra; el respeto de las culturas y etnicidades africanas fue prácticamente nula, salvo el de algunas zonas del norte. Las experiencias de invasiones y saqueos obtenidas con anterioridad por Europa, llevada a cabo en América, fulmina contra los pobladores africanos, sus culturas y riquezas, de tal modo que, vemos como no cesamos de ser espectadores directos de las reyertas, guerras civiles y continuos surgimientos de bandas armadas que inundan a sus soberanos ciudadanos en un interminable baño de sangre; como si la zarpa del peor de los males se hubiera quedado arraigada allí. En Latinoamérica y África, a pesar de sus propios nuevos países ya consolidados, la herencia colonial permanece, dejando esas puertas abiertas a la permanente expoliación, por medio ahora de las grandes corporaciones. En ambos continentes, se da lugar a la existencia de las mayores riquezas del mundo, pero deprimentemente hay que reconocer que es donde mayor miseria y hambre sufren sus gentes. La urgente implantación de un mercado interno donde sus gentíos puedan acceder por igual a un reparto de las tierras y donde poder labrarlas, dará lugar a un mercado local suficientemente fuerte y rico como para suministrar de sobra y apaliar todas cuantas necesidades de primer orden requieran; al menos, una cosa quedará clara, que sus gentes dejarán de pasar miseria y hambre, porque ellos mismos podrán cultivar sus propios alimentos. Puede, casi seguro es, que quede a descubierto, que la pobreza verdadera yace y la ostentan los que hoy día son dueños del mercado mundial de todo y de todos. Por fortuna, si es que cabe ésta expresión en algún sentido, las colonizaciones llevadas a cabo en Asia, por británicos, holandeses, franceses, norteamericanos, propios japoneses…, no lograron dar al traste sus milenarias culturas, puesto que estas no se encontraban enmarcadas en fronteras determinadas, y la expansión colonial, no implicó abrir nuevas naciones y apenas sin variar las fronteras ya existentes.

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