Nunca he escrito un relato pero la experiencia que viví el verano pasado creo que merece dedicarle este tiempo y compartirlo con todos vosotros.
Debido a mi trabajo, soy una persona que viajo mucho y tengo contacto con mucha gente. Con la mayoría de mis clientes tengo una relación estrictamente profesional, pero conociendo a cientos y cientos de clientes, de distintas regiones y países , al final ya por pura estadística, encuentras algunos que tienes más afinidad que otros, sea por la misma semejanza de aficiones o por simplemente compatibilidad de caracteres.
Simón es uno de esos clientes-amigos que llevas toda la vida trabajando con él y después de muchos años se puede decir que hay una estrecha relación personal y profesional. Es de origen Libio, pero lleva toda la vida viviendo en Menorca, podríamos decir que es un nativo de la isla debido a la cantidad de años que lleva, pero igualmente le sigue gustando mantener sus orígenes árabes.
Hoy en día es un empresario muy respetado en la isla, sus inicios fueron muy difíciles pero con su esfuerzo y dedicación ha conseguido una calidad de vida que le permite tener los antojos que desea. Tiene 52 años pero la verdad es que los lleva muy bien, se nota que toda la vida ha hecho deporte, no es muy musculado pero se le ve fuerte, es alto y grande, lógicamente algo de barriguilla se le ha quedado pero ya firmaría a su edad estar como él.
Está casado con Vanesa, no sé exactamente la edad que tiene pero debe tener 3-4 años menos que Simón, ella es de Ibiza y como no se conocieron hace muchos años en una de esas fiestas de locura de Ibiza. Tiene el pelo castaño, largo, y ondulado aunque a veces, como mujer presumida que es, se lo he visto alisado, también es alta y toda la vida ha hecho triatlones con lo cual también tiene un cuerpo muy bonito para su edad. No es especialmente guapa pero es muy agradable y muy sociable.
Algunas veces cuando viajaba a Menorca por la noche habíamos quedado los tres para cenar. Una de las cosas que más me gusta de ellos es su humildad y sencillez, y eso es muy difícil de encontrar en personas de estatus económico alto, nunca te habían hecho sentir incomodo por temas económicos.
La verdad es que era unos de esos sitios que cuando te tocaba viajar no te importaba ir, porque ibas a encontrarte con amigos.
Una de las noche cenando Simón me propuso que viniera con mi pareja, a pasar un fin de semana que tenía ganas de conocer a Sofía.
Sofía es mi pareja desde hace muchos años tiene 37 años, es una preciosidad, es una morenaza, con melena larga, a veces ondulado a veces liso, como es estilista se lo va cambiando de vez en cuando aunque siempre con muy buen gusto, tiene una maravilla de cuerpo muy bien definido, delgada pero con curvas, no tiene unos grandes pechos pero los tiene muy bien colocados, si se le pusiera un bolígrafo debajo de su pecho siembre se le caería, los tiene bien firmes, tiene un culo redondo y muy bonito es una de las partes de su cuerpo que más me gusta aparte de otras que ya os iré comentando.
Volviendo a la cena con Simón, la verdad es que me pareció una buena idea, además creía que se llevarían bien, conocía muy bien a los dos y sabia que tenían muchas cosas en común que podían comentar.
Simón me propuso venir en primavera antes del verano, que se llenara de gente y que podíamos coger su barco e ir dar vuelta por toda la isla parando en las distintas calas idílicas que hay por allí.
Cuando se lo comente a Sofía le pareció una idea fantástica, a ella le encanta la playa y sobre todo pasar un fin de semana de relax en pareja y más, si teníamos la posibilidad de ir en un barco para nosotros solos, bueno y con Simón y Vanesa.
Fuimos un fin de semana de mediados de Junio, es la típica época que hace buen tiempo y estas deseando ir a la playa porque desde el verano pasado no la has tocado.
Sofía estaba un poco nerviosa porque no sabía muy bien que llevar para un fin de semana de ese tipo, barco, playa, cena en Menorca, etc.. según ella cada ocasión merecía una atuendo diferente y eso la estresaba un poco. Había que sumarle el hecho de no conocer a Simón y Vanesa, que hacía que su nivel de estrés aumentara.
Salimos el sábado por la mañana, el madrugón fue considerable pero la ocasión merecía aquel esfuerzo, solíamos hacer aquel tipo de madrugones para ir a las cursas o entrenos de running, ¿Cómo no lo íbamos hacer, para un viaje de placer como este?.
Simón nos estaba esperando en el aeropuerto, nos dimos un fuerte a brazo y por fin le presente a Sofía, Simón le pego un achuchón como si fuera su hija, y le dijo:
- ¡Por fin! ¡La famosa Sofía! ya era hora de conocerte, con lo bien me habían hablado de ti, pero viéndote en persona han sido muy modestos en sus explicaciones. A ver date una vuelta que te vea.-
Como si le estuviera bailando Simón la hizo girar 180º y le pego un buen repaso de arriba abajo deteniéndose en el trasero de Sofía, que como había comentado antes, cualquiera lo hubiera hecho. Si hubiera sido otra persona a lo mejor me lo hubiera tomado a mal, pero conociéndolo como lo conozco, se que fue una forma de cortar el hielo y crear un buen rollo desde el principio.
Sofía se sonrojo un poco ante tanto alago, pero sé que en el fondo sentirse un poco especial y alagada le gusta.
Nos sentamos en el coche y Simón dijo - ¡Oye! deja que Sofía vaya delante que a ti te tengo muy visto y así le enseño un poco la ciudad-.
Como siempre a Simón le gusta organizarlo todo, pero la verdad es que se le da bien. Ese trayecto sirvió para que Sofía cogiera confianza y se sintiera como un amigo de toda la vida.
Fuimos directamente al puerto donde nos estaba esperando en el barco Vanesa que se había adelantado para prepararlo todo.
La verdad es que el barco era una pasada, tenía una especie de comedor con cocina que estaba muy bien decorado y pensado para todo tipo de detalles y un amplio camarote con una cama grande de matrimonio, me sorprendió que dentro de un barco pudieran caber camas de matrimonio tan grandes, y que encima de la cama tenía una amplia ventana que daba al exterior del barco. Le pregunte a Simón por el significado de esa ventana en el techo y me dijo:
- ¿Eso? Pues ¿Para qué va a ser? Para hacer un polvo a la luz de la luna- dijo como si hubiera preguntado una tontería, aunque la verdad, pensándolo bien, la pregunta sí que fue un poco absurda.
- Pero espera que no sabes lo mejor de esa ventana- Dijo Simón con cara de pícaro, se saco las zapatillas y se subió encima de la enorme cama y cerro como un tipo de persiana que dejaba de verse el exterior
-¡Ta channn! un espejo. ¿Qué os parece?¿A que es un buen invento? Esto se lo pedí especialmente al fabricante del barco.
La cara que debió vernos de sorpresa tuvo que ser espectacular porque se puso a reír y comento:
- Esto es especial para cuando estas con una chica que tiene un buen culo y así, no piedras detalle de nada y ver cómo se le ponen las nalgas sonrojadas al darle unos cuantos cachetes, jajajajaja - Nos miro a los dos e hizo un giño a Sofía de complicidad queriendo decir tu eres una ellas.
-Bueno os dejo que os cambiéis os pongáis cómodos, estáis en vuestra casa no os reprimáis de nada, voy a ayudar a Vanesa arriba.
Salió y dejo la puerta abierta, la verdad es que toda la situación en un momento nos puso tontos a los dos, supongo por no esperar de repente a media mañana de un sábado salieran unos comentarios así de naturales y esporádicos que Simón había soltado como si nada.
La verdad es que la habitación tenía un morbo espectacular, Sofía me comento. - Joder con el Simón este me apuesto en un momento muy cachonda, anda que si estuviéramos en nuestra casa ibas a salir vivo de esta habitación- me decía sonriendo, mientras se desnudaba para ponerse el bañador, iba a cerrar la puerta del camarote y Sofía me frena con la mano y me dice: -¿No ha dicho que como si estuviéramos en nuestra casa? ¿Tú en casa cierras la puerta para cambiarnos? - y me sonríe con esa sonrisa picara que pone a veces.
La verdad es que Sofía tiene un punto de exhibicionista, en casa a veces, me dice que no cierre las cortinas porque le gusta pensar que nos pueden estar mirando el vecino de enfrente, nunca hemos visto que nadie nos mirara pero ya por pura estadística seguro que algún día alguien nos ha visto.
Estábamos acabándonos de cambiar cuando me comenta Sofía: - Joder tiene que ser una pasada follar aquí, me encantaría.- Y sin pensarlo más me dice: - A ver ¿vamos a probar como seria ?.- Y sin más se tumba en la cama, solo llevaba la parte inferior del bikini: - Ven anda solo un momentito para ver como seria, ponte encima.- Me quede atónito no me esperaba esa reacción de Sofía, la verdad es que estaba siendo una mañanita de reacciones imprevistas, pero yo estaba muy excitado con toda esta situación y como me podía negar ante un cuerpazo como el de ella semi-desnudo invitándome a ponerme encima suyo.
A mi aun no me había dado tiempo a ponerme el bañador y sin pensarlo dos veces me lance encima de ella. Nos besamos apasionadamente y empezamos a jugar en la boca con nuestras lenguas, que es un claro síntoma de que nuestro grado de excitación era máximo.
No tarde ni dos minutos en bajar besar sus pechos, que se le habían puesto los pezones duros como piedras, yo siempre le digo que sus tetas son interactivas a medida que las acaricias, las besas, las mordisqueas ellas van poniéndose más firmes y más duras y a mí eso me pone a mil.
De repente me sube la cabeza de mi momento mágico, me pone su boca en mi oreja y me susurra al oído: - Estoy muy malita, quiero que bajes abajo y me lo comas todo- No sé si fue el susurro, la forma como me lo dijo, esa respiración entre cortada o la situación en sí, pero no tarde ni dos segundos en quitarle la parte inferior del bikini.
Estaba perfectamente depilada, lógicamente Sofía siempre ha cuidado esos detalles, y en una ocasión como esta no iba a ser menos. Siempre se lo depila como a mí me gusta, me parece que se llama ingles brasileñas, en verano las lleva más reducidas y en invierno un poco más anchas. De todas formas me encanta bajar al pilón (como decimos nosotros en broma) me vuelve loco me pasaría horas allí, me encanta, no es por exagerar pero yo no he visto ni en las películas porno, ni fotos de actrices un coño tan perfecto, esta todo en su sitio, parece que este por estrenar, tiene los labios carnosos pero sin ser exagerados, un clítoris juguetón e interactivo también, que se pone duro como una canica cuando jugueteas con el.
Sofía no sé si por timidez, o porque no he conseguido hacerla disfrutar tanto como de otras formas, no es de las posturas que más le convenza, sé que no es un sacrificio, y nunca me lo ha negado pero lo hace mas por mi placer que por el suyo propio. Por eso me sorprendió que me pidiera que bajara allí abajo.
Empecé a besarle por las ingles totalmente depiladas y suaves, con un olor a crema hidratante que su pongo que se había puesto esta mañana, seguí rodeando todos los rincones maravillosos de esa zona con mi boca y mi lengua, cuando de repente me coge la cabeza estirándome un poco de los pelos y me dirige directamente al su coño, estaba totalmente mojada como nunca lo había visto antes, sin soltarme la cabeza empezó a dirigirme los movimientos continuos de arriba abajo de izquierda a derecha, lentos pero acompasados, yo dejaba la lengua rígida y me dejaba llevar, tenía toda la cara empapada de mi saliva y sobre todo de sus delicioso jugos, la situación era tan indescriptible como inesperada, pero el momento de sexo que se estaba viviendo era único.
Estaba muy centrado en lo mío, cuando me vino a la mente pensar donde estábamos, y que estábamos haciendo. Hacía rato que notaba sombras y luces del sol que iban y se venían, entonces pensé en la dichosa ventana del techo. Me vino la a la cabeza la idea que nos podían estar viendo Simón y Vanesa desde arriba, intente levantar la cabeza para descartar esa posibilidad y seguir centrado en lo mío, pero Sofía discretamente no me dejo, y me dijo en voz baja: -Sigue rey por favor no pares- Poniéndome la mano delante de mis ojos sin la más mínima posibilidad de ver lo que podía estar pasando desde esa ventana.
La nula visión de la dichosa ventana contrastaba radicalmente con la que tenia Sofía de la ventana, fue entonces cuando empecé a entender su grado de excitación, no sabía si era por la posibilidad de que, ellos se asomaran a mirar o porque ya lo estaban haciendo y no le importaba, al contrario, le excitaba aun mas. El hecho es que cualquiera de las dos opciones me hizo tener una erección descomunal.
Sofía me dijo: -No aguanto más me voy a correr, no pares, sigue por favor - La verdad es que yo no hacía nada, era ella la que me iba dirigiendo, empezó a respirar cada vez más fuerte, por los sonidos me di cuenta que se estaba reprimiendo de gritar y empezó a morderse el labio inferior a arañarme la espalda hasta que no pudo más y pego un grito seco y dejo de mover mi cabeza y presiono mi cara contra su clítoris, yo estaba sumergido en una deliciosa pared empapada de líquidos y saliva que me estaban a punto de hacer estallar mi polla. No quería ni pensar la cantidad de liquido pre seminal que había dejado.
Estuvimos un par de minutos sin movernos y nos levantamos para intentar volver a la normalidad como si nada hubiera ocurrido, cosa imposible por mi parte porque estaba con una erección tremenda.
Ver la cara de Sofía de relajación después de su espectacular corrida y a la vez de total satisfacción es una de las cosas que más feliz me hace, y al a vez, más cachondo me pone. Esta vez su cara lo reflejaba mas que nunca, me sentí muy realizado, por fin, había conseguido que Sofía tuviera la misma cara de satisfacción que pone cuando juego con mis dedos dentro de su coño o cuando la penetro.
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