¡Hola, hola! Bienvenidos al decimotercer episodio de “Cadena de palabras: etimologías del día a día”, el podcast en el que comparto curiosidades acerca del origen de algunas palabras. Supongo que habéis notado que hemos cambiado la sintonía de cabecera. Espero que el sonido de este ukelele negro os guste tanto como me gusta a mí. Ahora que la primavera ha llegado, que los días se alargan y que nos empieza a apetecer salir a tomarnos alguna bebida refrescante, quisiera hablaros precisamente de eso, de bebidas. Todos deberíamos saber ya que se estima que un 96 % de nuestro organismo se compone por 4 elementos químicos: oxígeno, carbono, hidrógeno y nitrógeno, mayoritariamente en forma de agua. Pero, ¿de dónde viene la palabra agua? La voz en castellano agua viene del latín acqua, que tiene el mismo significado. De esta palabra podéis encontrar cientos de derivados: acuarela, acuario, aguada, etc… Aqua se origina a partir de la raíz indoeuropea akwa, que también significaba agua. Como podréis intuir, no todos los idiomas ha cogido esa raíz como base para formar esta palabra. Existe otra raíz indoeuropea, wed– que significa mojado, húmedo. De ahí evolucionó al griego dando la voz idro y aparecieron palabras como hídrico, hidrofobia, anhídrido, etc. Es también de esta raíz wed- de donde beben (guiño-codazo-codazo) el germánico y el eslavo para crear water (en inglés) y Wasser (en alemán). Queda claro que el agua es una bebida básica para la vida. Sobre todo cuando se macera con cebada para crear cerveza. Esta palabra, cerveza, es una evolución de cervisia y de cerevisia que derivan, a su vez, del nombre de la diosa Ceres y de sus productos asociados “cerealia”. Conviene recordar aquí que en la mitología romana, Ceres era la diosa de la agricultura, las cosechas y la fecundidad. Su equivalente en la mitología griega era Deméter. Una curiosidad muy interesante: Ceres debe su nombre a la raíz protoindoeuropea ker-, de la que se salieron palabras como crecer y creer. Algunas personas afirman que en el vino se encuentra la verdad. Yo, además, digo que en la “cerveza, creo.” Hay una empresa que se dedica a hacer cervezas artesanales, llamada “El Oso y el Cuervo” que hace una cerveza roja llamada “Sangre de Ceres” que está riquísima. Buscadlos en internet y ya veréis, ya. Querría explicar también el origen de la palabra vino pero es todo un misterio. Sabemos, a ciencia cierta, que deriva del latín vinum pero buscar de dónde proviene esta raíz es harto complicado. Aludiendo a la arqueología de la expansión viticultora queda totalmente descartado que provenga de la palabra griega óinos, ya que el vino, producto de la uva fermentada, es desconocido en el mundo indoeuropeo y se expande a éste a partir de Oriente. Si tuviera que apostar me inclinaría por hacerlo a la palabra hebrea yáin, o a alguna derivación semítica como el árabe waynah (uva negra), pero tampoco tendría todas las de ganar. Vamos a dejarnos de tonterías y a tomar un poco de una de mis bebidas favoritas. Los que me conocéis lo habéis acertado, vamos a por una ronda de tequilas. Viene del náhualt (el idioma de los méxicas, conocidos como aztecas o nahuas). Etimológicamente se refiere al lugar donde se efectúan cierto tipo de labores. Téquilt significa trabajo, empleo y tlan, lugar. Sin duda alguna, trabajar en tiempos de los aztecas debía ser durísimo, si tenemos en cuenta que se mamaban con tequila para sobrellevarlo mejor. Vaya bacanal que nos hemos montado entre tanta bebida alcohólica… Bacanal hace referencia a las fiestas que los antiguos romanos organizaban en honor al dios Baco. No obstante, no existen referencias que indiquen que en esa festividad el vino corriera como balón cuesta abajo, sino que se celebraban concursos de coros femeninos, se comían dulces elaborados por las ancianas, los que llegaban a su mayoría de edad hacían ofrendas a los dioses y vestían, por primera vez, su toga viril. Una suerte de verbena de pueblo. Y hasta aquí el episodio de hoy. Espero que este breve paseo por la etimología os haya resultado interesante y haya despertado también vuestra curiosidad por indagar en nuestra lengua. No olvidéis dejar vuestros comentarios o sugerencias en la valoración de este podcast.
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