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Descripción de Carta del Che Guevara

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Luz Dary Céspedes

ESTE ASESINO OJALÁ SE CONSUMA CADA DÍA MÁS EN LOS PROFUNDOS INFIERNOS. he Guevara: Por La Boca Muere El Pez Por Humberto (Bert) Corzo* Introducción El refrán “Por la boca muere el pez”,  se refiere a aquellos que hablan más de lo necesario hasta quedar embaucados por su propio discurso. ¿Puede su mítica reputación sobrevivir la publicación de sus propias palabras? El objetivo de este artículo es exponer la verdad sobre el Che, desmitificarlo ante aquellos que sienten admiración por este asesino en masa, exponiendo los hechos basados en sus escritos, diarios, discursos, cartas, conversaciones y comentarios de aquellos que lo conocieron. El Che jamás cuestiono los crímenes de Stalin y Mao, ni las concepciones totalitarias del Marxismo-Leninismo, incompatibles con los ideales de libertad y democracia, defendiendo hasta su muerte sus ideas estalinistas.  Su fanatismo lo hizo un implacable enemigo de la libertad. El escritor francés Regis Debray, autor de  “Revolución en la revolución”, escribió sobre el Che que: “Él era adepto del totalitarismo hasta el último pelo del cuerpo.” Los primeros años Alberto Benegas Lynch en su libro “MI PRIMO EL CHE” escribe: “En una oportunidad, una de mis tías me contó que de muy chico el Che se deleitaba con provocar sufrimientos a animales y, de mas grande, insistía en que la muerte (de otros) no era tan mala después de todo y que, en este contexto, se adelantó a la definición de Woody Allen: “morir es lo mismo que dormirse pero sin levantarse para hacer pis”. Ya desde chico se hace transparente su sadismo.   Carlos “Calica” Ferrer, uno de sus primeros amigos, facilito la primera relación sexual del Che con la sirvienta de la familia Ferrer. Se hizo habitual para el Che mantener relaciones sexuales con las sirvientas que trabajaban en las casas de sus familiares y amigos. Carlos Figueroa, amigo de Guevara en tiempos juveniles en Alta Gracia, dice lo siguiente del Che: “Yo le puse El Gallo Rápido porque estaba comiendo en el comedor; y de momento al entrar la mucama (sirvienta) la obligaba a subirse sobre la mesa para hacerle el sexo desesperadamente. Después se deshacía de la infeliz, y continuaba comiendo como si nada hubiera ocurrido…”. Utilizo a las mujeres de inferior nivel social como objetos sexuales. El Che no mostró interés en la política argentina durante sus años de estudiante, al contrario de sus amigos estudiantes que les gustaba argüir sobre política y participar de alguna forma. Esta actitud contrasta con la de sus padres y su íntimo amigo Alberto Granado que se oponían al peronismo. Él lo reconoce en una carta que escribió veinte años después: “No tuve preocupaciones sociales en mi adolescencia, ni participé en las luchas políticas o estudiantiles de Argentina.” [1] No existen otros comentarios, ni cartas, ni otra evidencia que hagan referencia a su opinión sobre el acontecimiento político más importante de la Argentina de esa época. Durante el periodo que el Che estudiaba en la Universidad de Buenos Aires,  su opinión con respecto a los militantes políticos de izquierda, nos llega a través de su novia María del Carmen Ferreyra “Chichina”, la cual relata que el Che tenia una postura crítica con respecto a los militantes de izquierda, a los que acusaba de “sectarios y faltos de flexibilidad.” Primer viaje por América Latina En “Notas de Viaje”, su diario de viaje a través de América Latina en 1952, relata que    al llegar a Chile él y Granado se hacen pasar por médicos especialistas en leprología, logrando una entrevista con un diario local donde los reconocen como tales, lo cual los hace populares entre la población, valiéndose de  dicho engaño para lograr techo y comida gratis.  En este caso como en otros relatados por él, su falta de honestidad, cuando se encontraba en dificultades, lo condujo a estafar a aquellos que se cruzaba en su camino. Su falta de ética moral ya se hace evidente. Esperando un barco que los conduzca a la Isla de Pascuas el Che escribió:”Isla de Pascuas… allí tener un novio blanco es un honor para ellas. Allí, trabajar, qué esperanza, las mujeres lo hacen todo, uno come, duerme y las tiene contentas… Qué importa quedarse un año allí, qué importan estudios, sueldos, familia, etc.” [2] Este comentario da fe de su machismo, de su actitud discriminatoria contra las mujeres.    El racismo de Che se hace evidente en estos comentarios en su diario de viaje : “Los negros, esos magníficos ejemplares de la raza africana que han mantenido su pureza racial gracias al poco apego que le tienen al baño, han visto invadidos sus reales por un nuevo ejemplar de esclavo: el portugués.  El desprecio y la pobreza los une en la lucha cotidiana, pero el diferente modo de encarar la vida los separa completamente; el negro indolente y soñador, se gasta sus pesitos en cualquier frivolidad o en ‘pegar unos palos’ (emborracharse), el europeo tiene una tradición de trabajo y de ahorro que lo persigue hasta este rincón de América y lo impulsa a progresar, aún independientemente de sus propias aspiraciones individuales.” [2]  En la película “Diarios de Motocicletas” omitieron esta observación incómoda del diario del Che. Es irónica su observación a cerca de los negros con respecto al baño, ya que su higiene personal dejaba mucho que desear.  De joven mereció el calificativo de “el chancho” (el cerdo), pues se bañaba de Pascua a San Juan. Enrique Ros en su artículo “Ernesto Guevara: Su cuestionable título de Médico”, escribe lo siguiente: “En diciembre, en menos de 22 días lectivos, aprueba once materias. Quince, casi la mitad de los cursos necesarios para adquirir el doctorado, examinados y aprobados en apenas tres meses, sin haber asistido a clases ni a prácticas en todo el año con la probable excepción de las últimas semanas….Ernesto Guevara de la Serna tendría que haber asistido 25 horas diarias!!! en cada uno de los 66 días lectivos de octubre, noviembre y diciembre de 1952 para haber cumplido con los requisitos académicos del plan de estudios de 1937 vigente en 1948 cuando se matriculó en la Escuela de Medicina de la Universidad de Buenos Aires…. Ante estas nuevas contradicciones solicité copia del expediente académico de Ernesto Guevara….Se me comunico que la Facultad de Medicina no podía ofrecerme copia porque el expediente académico de Ernesto Guevara de la Serna había sido robado.” Siendo el Che un fotógrafo aficionado es inconcebible que no existan fotos de la graduación, ni testimonios de médicos graduados con él o alguna otra prueba de su graduación. Luce que su graduación de médico es un mito más sobre su persona. En agosto de 1953 desde El Cuzco escribió a su madre que en los ocho días que estuvieron allí, “El Chancho se baño solo una vez y de mutuo acuerdo, solamente por razones de salud” [1]. Guevara en su diario boliviano en septiembre 10, 1967, escribe: “Se me olvidaba recalcar un hecho; hoy, después de algo más de seis meses, me bañé. Constituye un récord que ya varios están alcanzando.” Sus compañeros cubanos, debido a su falta de aseo personal, le pusieron el apodo de “bola de churre”.   En “Notas de Viaje” hizo la siguiente observación que llamó “Notas en el Margen”: “…y sé, porque lo veo impreso en la noche, que yo, el ecléctico disector de doctrinas y psicoanalista de dogmas, aullando como poseído, asaltaré las barricadas o trincheras, teñiré en sangre mi arma y, loco de furia, degollaré a cuanto vencido caiga entre mis manos…Ya siento mis narices dilatadas, saboreando el acre olor de pólvora y de sangre, de muerte enemiga; ya crispo mi cuerpo, listo a la pelea, y preparo mi ser como a un sagrado recinto para que él resucite con vibraciones nuevas y nuevas esperanzas el aullido bestial del proletariado triunfante.” [1] Este joven, egocéntrico y presumido, en este comentario manifiesta su violencia retórica e  ideológica. Esta observación también fue omitida de la película “Diario de Motocicleta”

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