Compré la entradas el 1 de diciembre, casi con dos meses de antelación. Normalmente no planifico mi agenda con tantísima antelación, pero tenía el presentimiento que si no compraba pronto las entradas podrían agotarse. Y así fue sold out. Aforo completo, eso sí, cumpliendo con todas las medidas de seguridad para prevenir posibles contagios por el coronavirus.
A pesar de las nuevas restricciones, finalmente podría celebrarse el concierto. El único cambio fue el de hora de comienzo que se adelantó una hora, empezando a las 19h en ve de a las 20h. Y obviamente el resto de medidas seguían en pie, uso de mascarilla, hidrogel, apertura de puertas a las 18h para que la entrada fuera escalonada y un asiento libre a cada lado para mantener la distancia de seguridad.
No se cuando exactamente empecé a escuchar a Silvia Perez Cruz, pero fue principalmente el año pasado, creo me saltó en las recomendaciones para ti del Spotify, pero la verdad no estoy muy segura. Si que recuerdo la primera canción, bueno o versión que escuché de ella y que es la estáis escuchando el Pequeño vals vienés de Federico García Lorca, que cuando la descubrí, la escuché en bucle varios días. Claro que conocía el poema y tambien había escuchado la versión de Leonar Cohen que es preciosa también.
Cuando les dije a algunas amigas que iba al concierto muchas de ellas no la conocían y me era difícil explicar el estilo o género musical que crea Silvia. Es complicado ponerle una etiqueta, yo no me atrevo a hacerlo, así que lo que hago es poner una canción y que ellas si quieren lo etiqueten donde quieran.
Es martes y me despierto con esa ilusión de cuando vas a recibir una sorpresa o es tu cumpleaños. Tenía muchas ganas de escuchar música en directo y además era la primera vez que iba al Circo Price. En este tiempo de pandemia siempre que voy al cine, al teatro, a los museos o a conciertos me siento muy segura y muy cuidada por la organización del evento y está vez también fué así.
Silvia esta acompañada de la Farsa Circus Band compuesta por grandes músicos y entre los que se encuentra Marcos Mezquida al que tuve el placer de escuchar este verano en el Festival de Jazz de Talavera acompañado en esa ocasión por Chicuelo. Era de acceso gratuito organizado por el ayuntamiento y al final me gustó tanto que compré el disco y además me lo firmaron con dedicatoria y todo. Así que bueno pues imagina que lo que iba a vivir en el Circo Price que con esta banda y la voz de Silvia sería, yo qué sé indescriptible.
Apagan las luces y una vez que empieza te olvidas de todo y te dejas llevar a otra dimensión, te entregas por completo a esta experiencia sonora, a este viaje. No me atrevo a ponerle palabras. La música desde hace siglos tiene ese poder curativo de las heridas del alma que bien sabía Hidelgarda von Bingen y que utilizaba como calmante además de otros tratamientos, claro. Desde tiempos inmemoriales se dice que la música eleva el alma, y otras tantas referencias que aluden a la experiencia que se puede tener al escuchar música y que es difícil ponerle palabras y explicar lo que se siente.
Música experimental, improvisación, gritos pelaos, percusión, guitarra, piano, cello, violin y su voz. Aplausos y más aplausos que parecen esos abrazos que tanto necesitamos. No hacen falta muchas explicaciones como dice Silvia ya sabemos lo que estamos sintiendo todas las personas que nos encontramos allí, y bueno nos recuerda que la cultura nos está cuidando y nos está mimando.
Con los primeros acordes ya me entra congoja, pero de la buena de la que libera, de la calma y de la que sana. Es imposible que no se nos escape alguna lágrima y claro también muchas sonrisas.
Pensaba en no hacer ningún registro, porque es tan difícil ponerle palabras a las cosas tan bonitas que sentí ayer, pero por eso mismo he pensado bueno aunque sea registraré algo testimonial, tiene que haber alguna referencia en el blog. Tampoco tomé fotos ni hice videos, solo tome una foto al final cuando nos estaban desalojando por orden.
He estado buscando posibles traducciones al poema de Sylvia Plath A fatherless son, que interpreta Silvia en su álbum Farsa (género imposible) pero no me ha convencido ninguna y tampoco terminaba de animarme a leerlo yo en inglés, pero he encontrado algunos poemas recitados por la propia Sylvia Plath como este las Amapolas en Octubre.
Bueno me despido con la misma canción de cierre del concierto de ayer, Que siga el baile.
Pequeño vals vienés - Silvia Pérez Cruz
Tango de la vida láctea- - Silvia Pérez Cruz
Poema, Poppies in October recitado por Sylvia Plath
Siga el baile - Silvia Pérez Cruz
Hasta la próxima!
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