Senderos Jacobeos. Encrucijada de Caminos. "Los Sueños". José Almeida

Senderos de la sabiduría un programa presentado y dirigido por raúl fernando gómez encrucijada de camino el libro de los sueños conociendo enciendo con el que llegó ni una profunda amistad era una persona que te resulta muy venerable ya que según hablado con él me daba la impresión de que se había todo lo que había ocurrido el mundo nunca vi tanto caudal de sabiduría como el que poseía ni tan siquiera las nuevas tecnologías podían compararse le pues además de hablar de las cosas que habían ocurrido también sabía lo que iba a pasar o es será la impresión que llegó a darme viviendo en una casa de piedra antigua que daba la sensación que se confundía con los tiempos trata de averiguar cuando fue construida pero algunos detalles en ella no los había visto ni en edificios que contaban con casi milenio me gusta hablar con él cuando lo hacía nos sentábamos en unos sillones que disponía en un gran salón en el que las paredes se encontraban llenas de libros había ediciones que contaban con siglos y siempre que me encontraba en aquel lugar no se por que solía carmen la imagen de la biblioteca de alejandría la cual algunos transmitieron con una cuna de todo el conocimiento del mundo antiguo por momentos pensaba que me encontraba en ese templo del saber antes de que el luego acabar con ella siempre mientras hablábamos me gustaba general algunos libros buscaba los más raros y antes de abrir los para contemplar la bolita caligrafía con la que estaban escritos los se acercaba está mi nariz para respirar ser o inconfundible que transmite el papel impreso hace tanto tiempo un día cuando me disponía marcharme el cielo se levantó del sello en el que se encontraba me extraño porque jamás lo hacía siempre que me despedía únicamente estirando su mano izquierda sin apenas moverse de la posición en la que se encontraba mientras yo me encontraba con él se dirigió hasta una de las estanterías de la biblioteca y fue directo hacia un lugar donde se encontraba lo que quería dar mi no le hizo falta a buscar en su mano su mano se estiró y como si se tratara de un imán saco de entre el mar de volúmenes un pequeño libro que me ofrecía me dijo que no la habilidad todavía solo de vía hacerlo cuando me fuera esa noche a la cama supongo que en alguna ocasión le había comentado que me gustaba leer al menos una hora antes de que el sueño se fuera apoderando de mi el libro era un ejemplar de tamaño mediano nos resultaba tan voluminoso y viejo con los que se encontraban nación de la compañía en las estanterías de la biblioteca era más bien pequeño pero la etapa estaba formada por un cuero marrón que resulta muy agradable al tacto como solía ser mi post como serie de ser costumbre en mi antes de abrirlo lo fui acercando a exterminar id y percibir que el aroma que desprendía me resultaba diferentes a los que se encontraba junto a él no se habría definir este nuevo roma que me llego pero en lugar de ser tan fuerte como el que desprendía el papel viejo este resultado muy suave y aunque no lo podía comprar con ningún otro ya que desconocido para mí salir de la gran casa y apreté el libro contra mi pecho estaba impaciente por ver que lectura especial era la que me había regalado el anciano era el primero se que me decía y conociendo los seguro que se trataba de algo muy especial cuando llega en mi casa antes de apenas puede comer nada solo esperaba ansioso ese momento en el que pudiera comienza al entrar en la lectura pues estaba completamente convencido de que sería tan apasionante que apenas podía conciliar el sueño y no me dormí día hasta que termina su lectura viena arropado con el don me puse las gafas que útil para leer y tome de nuevo el libro en mis manos