Querido amigo, en este corto escrito no pretendo profundizar en el vasto tema de los miedos pero si procuro traer un poco de luz en cuanto a nuestra constante actitud de mantenernos a la defensiva o reaccionando y cómo parar de hacerlo. Cuando estamos a la defensiva es porque lo que sentimos internamente es miedo. Cuando reaccionamos es porque nos sentimos amenazados.
Te invito a hacer un pequeño ejercicio de observación, y quiero que te detengas un instante y le prestes atención a todas las acciones que realizas en un día cualquiera. Tómate unos segundos…
Y mientras observas, te pido que te fijes en cuáles son las motivaciones que te impulsan a tomar la mayoría de las acciones que emprendes en un solo día. Ahora bien, si observas con cautela, notarás que muchas de las acciones que realizas tienen su raíz o su motivación dominante en la autoprotección, el temor, la inseguridad y el miedo.
Revisa también, cuantas acciones del día las realizas impulsado por la pasión, el entusiasmo y el amor.
¿Cuál de ellas predomina en tu día?
¿Cuánto tiempo y que cantidad de energía gastas en la planificación y ejecución de acciones para tu supervivencia y para auto-protegerte? Y ¿En dónde colocas más tu atención?…, ¿en la posible amenaza a tu bienestar o en el disfrute de tu vida?.
Puedes pensar que es parte del instinto cuidarte, protegerte y ocuparte de tu supervivencia, y está bien que así sea cuando existe una amenaza real, pero ¿qué es una amenaza real? ¿Sabías que tú eres el creador de tu realidad por medio de tus creencias y definiciones? ¿Sabes que si vives atemorizado, tú estás creando una realidad atemorizante? Nosotros en nuestra mente, anticipamos situaciones imaginándolas incluso con detalles y esa sola acción acelera su manifestación.
Cualquier acción que emprendamos con miedo tiene menor posibilidad de ser efectiva y mayor probabilidad de ser negativa y atemorizante para nosotros.
Estamos llenos de temores, y no nos damos cuenta que el origen de ellos son nuestras creencias y que si cambiamos las creencia, entonces nuestra experiencia, nuestra vida cambia, nos volvemos más confiados y obtenemos mejores resultados.
La divinidad en ti es la que crea, lo que dices, haces y piensas es el marco donde se estructura tu realidad. Tu realidad es el producto de lo que sientes con mayor intensidad.
No es el afuera lo que nos produce el miedo, el afuera es solo el efecto, la causa son nuestras creencias, los juicios que emitimos. El afuera es la materialización de ellos.
(…) (…)
Para conectar con nuestra divinidad tenemos que abrazar nuestros miedos y preocupaciones; y al aceptar cada aspecto nuestro, podemos expandirnos y encontrar plenitud.
Comienza a operar tu vida desde el “modo confianza” y a brindar servicio. Al cultivar el amor incondicional, la luz de nuestra conciencia comienza a brillar y las oscuridades de nuestros miedos comienzan a desvanecerse. También enfoca tu consciencia en aquello que más te gusta hacer, puede que entres en una realidad paralela donde esos peligros anteriores que estabas creando ya no existan.
Te amo
Jocelyne Ramniceanu
Querido amigo, en este corto escrito no pretendo profundizar en el vasto tema de los miedos pero si procuro traer un poco de luz en cuanto a nuestra constante actitud de mantenernos a la defensiva o reaccionando y cómo parar de hacerlo. Cuando estamos a la defensiva es porque lo que sentimos internamente es miedo. Cuando reaccionamos es porque nos sentimos amenazados.
Te invito a hacer un pequeño ejercicio de observación, y quiero que te detengas un instante y le prestes atención a todas las acciones que realizas en un día cualquiera. Tómate unos segundos…
Y mientras observas, te pido que te fijes en cuáles son las motivaciones que te impulsan a tomar la mayoría de las acciones que emprendes en un solo día. Ahora bien, si observas con cautela, notarás que muchas de las acciones que realizas tienen su raíz o su motivación dominante en la autoprotección, el temor, la inseguridad y el miedo.
Revisa también, cuantas acciones del día las realizas impulsado por la pasión, el entusiasmo y el amor.
¿Cuál de ellas predomina en tu día?
¿Cuánto tiempo y que cantidad de energía gastas en la planificación y ejecución de acciones para tu supervivencia y para auto-protegerte? Y ¿En dónde colocas más tu atención?…, ¿en la posible amenaza a tu bienestar o en el disfrute de tu vida?.
Puedes pensar que es parte del instinto cuidarte, protegerte y ocuparte de tu supervivencia, y está bien que así sea cuando existe una amenaza real, pero ¿qué es una amenaza real? ¿Sabías que tú eres el creador de tu realidad por medio de tus creencias y definiciones? ¿Sabes que si vives atemorizado, tú estás creando una realidad atemorizante? Nosotros en nuestra mente, anticipamos situaciones imaginándolas incluso con detalles y esa sola acción acelera su manifestación.
Cualquier acción que emprendamos con miedo tiene menor posibilidad de ser efectiva y mayor probabilidad de ser negativa y atemorizante para nosotros.
Estamos llenos de temores, y no nos damos cuenta que el origen de ellos son nuestras creencias y que si cambiamos las creencia, entonces nuestra experiencia, nuestra vida cambia, nos volvemos más confiados y obtenemos mejores resultados.
La divinidad en ti es la que crea, lo que dices, haces y piensas es el marco donde se estructura tu realidad. Tu realidad es el producto de lo que sientes con mayor intensidad.
No es el afuera lo que nos produce el miedo, el afuera es solo el efecto, la causa son nuestras creencias, los juicios que emitimos. El afuera es la materialización de ellos.
(…) (…)
Para conectar con nuestra divinidad tenemos que abrazar nuestros miedos y preocupaciones; y al aceptar cada aspecto nuestro, podemos expandirnos y encontrar plenitud.
Comienza a operar tu vida desde el “modo confianza” y a brindar servicio. Al cultivar el amor incondicional, la luz de nuestra conciencia comienza a brillar y las oscuridades de nuestros miedos comienzan a desvanecerse. También enfoca tu consciencia en aquello que más te gusta hacer, puede que entres en una realidad paralela donde esos peligros anteriores que estabas creando ya no existan.
Te amo
Jocelyne Ramniceanu
Querido amigo, en este corto escrito no pretendo profundizar en el vasto tema de los miedos pero si procuro traer un poco de luz en cuanto a nuestra constante actitud de mantenernos a la defensiva o reaccionando y cómo parar de hacerlo. Cuando estamos a la defensiva es porque lo que sentimos internamente es miedo. Cuando reaccionamos es porque nos sentimos amenazados.
Te invito a hacer un pequeño ejercicio de observación, y quiero que te detengas un instante y le prestes atención a todas las acciones que realizas en un día cualquiera. Tómate unos segundos…
Y mientras observas, te pido que te fijes en cuáles son las motivaciones que te impulsan a tomar la mayoría de las acciones que emprendes en un solo día. Ahora bien, si observas con cautela, notarás que muchas de las acciones que realizas tienen su raíz o su motivación dominante en la autoprotección, el temor, la inseguridad y el miedo.
Revisa también, cuantas acciones del día las realizas impulsado por la pasión, el entusiasmo y el amor.
¿Cuál de ellas predomina en tu día?
¿Cuánto tiempo y que cantidad de energía gastas en la planificación y ejecución de acciones para tu supervivencia y para auto-protegerte? Y ¿En dónde colocas más tu atención?…, ¿en la posible amenaza a tu bienestar o en el disfrute de tu vida?.
Puedes pensar que es parte del instinto cuidarte, protegerte y ocuparte de tu supervivencia, y está bien que así sea cuando existe una amenaza real, pero ¿qué es una amenaza real? ¿Sabías que tú eres el creador de tu realidad por medio de tus creencias y definiciones? ¿Sabes que si vives atemorizado, tú estás creando una realidad atemorizante? Nosotros en nuestra mente, anticipamos situaciones imaginándolas incluso con detalles y esa sola acción acelera su manifestación.
Cualquier acción que emprendamos con miedo tiene menor posibilidad de ser efectiva y mayor probabilidad de ser negativa y atemorizante para nosotros.
Estamos llenos de temores, y no nos damos cuenta que el origen de ellos son nuestras creencias y que si cambiamos las creencia, entonces nuestra experiencia, nuestra vida cambia, nos volvemos más confiados y obtenemos mejores resultados.
La divinidad en ti es la que crea, lo que dices, haces y piensas es el marco donde se estructura tu realidad. Tu realidad es el producto de lo que sientes con mayor intensidad.
No es el afuera lo que nos produce el miedo, el afuera es solo el efecto, la causa son nuestras creencias, los juicios que emitimos. El afuera es la materialización de ellos.
(…) (…)
Para conectar con nuestra divinidad tenemos que abrazar nuestros miedos y preocupaciones; y al aceptar cada aspecto nuestro, podemos expandirnos y encontrar plenitud.
Comienza a operar tu vida desde el “modo confianza” y a brindar servicio. Al cultivar el amor incondicional, la luz de nuestra conciencia comienza a brillar y las oscuridades de nuestros miedos comienzan a desvanecerse. También enfoca tu consciencia en aquello que más te gusta hacer, puede que entres en una realidad paralela donde esos peligros anteriores que estabas creando ya no existan.
Te amo
Jocelyne Ramniceanu
https://www.facebook.com/ReflexionesDeLuz/
Comentarios
que bonito
Si tenemos una actitud basada en el temor al mal, atraeremos al mal en los diversos campos de nuestra vida, porque nos programamos para el mal. El buen camino es tener una actitud basada en el bien, la confianza y el amor. Así los miedos tienden a desaparecer.
Mil gracias Jésica por darnos a conocer maneras tan sencillas de llegar a nuestro interior y así aceptar y comprender lo que nos sucede. Desde el amor que soy te lo agradezco.
muchas gracias por tu selección de textos en audio... Acertados... !!! Me calmo con tus palabras, tono de voz, pausas y ritmos...
gracias!!
gracias!!
bastante interesante el tema, saludos!
Gracias !
Excelente y sencillo, gracias
EXCELENTE,GRACIAS MIL