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Comentarios
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bueno, hoy programa noir e igualitario: un crimen machista con necrofilia y suicidio, y un crimen feminista, de mantis religiosa, con amputación de fistro de abajo y guarda del mismo como trofeo. todo pasión insana, fatal e irrefrenable.
¡Qué grande Bogdanovich! Haciendo guiños a los clasicos incluso desde la vida real. Por cierto, director tremendamente infravalorado, a mi modo de ver. He decidido revisionar "El imperio de los sentidos", espero que no me falte el aliento y llegue al final. En breve me pondré a ello. Mensaje ahora para la cúpula de la Ser: ¡Menos fútbol en la parrilla y más cinefilia! Dos horas y media a la semana no creo que sea mucho pedir..
Stratten no se equivocó eligiendo al hombre con el que estuvo. Él era un puto proxeneta que no entendía que una mujer pudiera hacer lo que quisiera y un asesino. dejemos de culpar a la mujer, el lenguaje machista sigue aquí...y da cosica
Manda huevos... Duros
Recuerdo cuánto me impactó la historia de Dorothy Stratten cuando la contaste en su día. Soy fan del trabajo como director de Peter Bogdanovich, pero desconocía toda esa parte de su vida personal. La crónica negra siempre deja un regusto amargo, pero también ha de ser contada. “El imperio de los sentidos” me sorprendió cuando la vi por primera vez porque no pensaba que las escenas de sexo pudiesen ser reales y no simuladas fuera del cine pornográfico. Después ya conocería otros ejemplos, pero hasta ese momento las “escenas de cama” que había visto se caracterizaban porque tapaban más de lo que enseñaban, a veces con posturas o contorsiones inverosímiles. Y eran habituales las declaraciones de actores y actrices contando la tortura de rodar esa clase de escenas, y de tener que cubrirse los genitales con tiras de cuero o tela creadas al efecto. De manera que cuando aparece alguna otra escena de sexo no disimulado en otra película comercial, respeto mucho el compromiso de esos actores y actrices con la película, hasta llegar a ese punto. Y curiosamente me parecen menos incómodas de ver esas escenas, al resultarme más naturales. Es que eso de que cuando una pareja deshacía su abrazo lo hacía cubriendo siempre los pechos de ella con la sábana, para tumbarse luego uno al lado del otro, él tapado por la cintura y ella por el pecho, siempre me pareció de lo más antinatural. Gracias por un programa valiente esta semana, Antonio. El sexo es una parte más de la vida, y como tal se le debería tratar. Sin chanzas o risitas incómodas por la vergüenza. ¡Un saludo!
Hoy el podcast huele a pachuli