T80 - JAIN ZAR - La Tormenta del Silencio - Audio 3/3 - Novelas Warhammer 40k

Terra escribiente relatos historias de terra y de otros mundos capítulo quince dejando escapar un rugido el avatar cargo dejando un rastro de fuego y sangre mientras balanceada el swing de hace a la cabeza de pensar todavía como una estatua juego que la hoja letal de cortar a un pelo de la cara el avatar ser de tu hubo con un chillido desde el suelo mientras sus pies de metal patinaba sobre la piedra desnuda se eleva sobre el lord fénix inclinándose para empujar su rostro hacia ella chispas cayendo de sus ojos tal era su rabia por su desafío hija la palabra estaba formada por pensamientos no ondas de sonido pero aún así la cámara tembló con su volumen porque nos falta al respeto de esta manera ya has tomado uno de los míos no cámaras más en centro de caín somos cae la mesa caín tomamos lo que nos plazca los hijos de buenos han despertado su destino está ligado al nuestro el sacrificio no fue más que un aprobada grandes será el derramamiento de sangre antes de que descanse hemos de nuevo hija terminaré la guerra antes de que comience tu agarre ya está apretado alrededor de las gargantas de demasiados de mi gente no dejaré que te queda mes más en tu fuego de rabia no puedes detenerlos hija han llamado y hemos respondido el avatar se interesó llamas y chispas ardiendo a lo largo de sus brazos como hacer o caliente golpeados para el martillo de fundición tu gente es débil nos necesitan para sobrevivir que importa el costo de unos para proteger a los demás se entregaron voluntariamente a nosotros tomaron el manto que les dimos el regalo que ponemos en el coche razón de cada uno de ellos además con nuestro regreso y sin embargo aquí dormías cuando no necesitaban las lecciones que les enseñamos el camino en el que los pusimos los mantiene a raya incluso cuando frena el apetito del gran enemigo se ahogaron en sangre antes de que estemos saciados no puedes desafiar nuestra voluntad eres nuestra hija no te servirá algunos están atrapados en tu ira pero salvamos más no serás nuestra ruina no puedes vivir sin nosotros nuestro destino y el tuyo es el mismo eras mi padre pero mi madre era amor hayek la dueña del destino de la mano de zúrich jean ya no está vamos atados por la suerte de los mortales no estamos en deuda con sus demandas fuimos liberados de ti liberados de la fortaleza de hierro que levantaste en nuestras mentes y tiraste las mejores armas que te dimos mira los ahora acordados en las sombras estremeciendo sea ante los movimientos en la oscuridad no queda grandeza en esta gente no son dignos de tu protección danos los hija mía reúnen nos y déjanos un festín con ellos hasta que estemos fuertes y completos de nuevo te liberaremos del dominio del que no separó no no volveremos hacer esclavizados por los dioses ni por nosotros mismos y así os encarcela haréis a vos otros los mismos cadera simón libras como velas en lugar de ver como piedras mejor eso que la servidumbre al asesino de parientes no hay nada que no doble a su voluntad y se utilizará y nos destruida con ese propósito el dane este rechazo con una buena razón violador de juramento no existiría si nosotros hija hablas de la dueña de los destinos pero olvidas que fue ella quien no suplico el conocimiento de su propia sangre sangre en todo es si el jugador decisivo llamándonos a la guerra enviándonos a la tumba quien conoce la sangre mejor que nosotros hija y sin embargo fueron las parcelas que te atormenta tus propias hijas tan vilmente en entradas enviadas para perseguir con nuestros lamentos les dijimos que incluso el poderoso cae la mesa y me caería escuchaste tu propia perdido