1. De todas las ideas que hemos presentado hasta ahora, ésta es la primera que está relacionada con una de las fases principales del proceso de corrección: la inversión de la manera de pensar del mundo. Parece como si fuese el mundo el que determina lo que percibes. La idea de hoy introduce el concepto de que son tus pensamientos los que determinan el mundo que ves. Alégrate en verdad de practicar la idea en su forma original, pues en esta idea reside la certeza de tu liberación. La llave del perdón se encuentra en ella.
2. Las sesiones de práctica con la idea de hoy deben llevarse a cabo de forma ligeramente distinta de las anteriores. Comienza con los ojos cerrados y repite la idea lentamente para tus adentros. Abre luego los ojos y mira a tu alrededor, así como a lo que está cerca, a lo que está lejos y a lo que está encima o debajo de ti. Mira por todas partes. Durante el minuto más o menos a emplear usando la idea, simplemente repítela en silencio y asegúrate de hacerlo sin prisa y sin ninguna sensación de urgencia o esfuerzo.
3. Para derivar el máximo beneficio de estos ejercicios, los ojos deben pasar de una cosa a otra con cierta rapidez, ya que no deben detenerse en nada en particular. Las palabras, en cambio, deben usarse pausada, e incluso, relajadamente. La introducción a esta idea, en particular, debe practicarse de la manera más casual que puedas. Contiene los cimientos de la paz, de la relajación y de la ausencia de preocupación que estamos tratando de lograr. Al final de los ejercicios, cierra los ojos y repite lentamente la idea para tus adentros una vez más.
4. Tres sesiones de práctica probablemente serán suficientes hoy. No obstante, si no sientes ningún desasosiego o si éste es muy ligero, y te sientes inclinado a ello, puedes hacer hasta cinco. Más de eso no es recomendable. Primero piensas y después percibes. Este es el punto de partida que comenzará a ver las cosas de otra manera. Esta lección nos lleva a recordar donde está la causa del mundo que observamos: en nuestros pensamientos.
Una vez que hemos olvidado que los pensamientos generan lo que observamos, es fácil pensar que el mundo observado está separado de nosotros. Nos vemos como seres indefensos ante un mundo cruel y depredador que espera robarnos en cualquier momento nuestra vida. Sin embargo esta forma de ver al mundo radica en una forma de pensar muy específica. Parece que nosotros somos el efecto del mundo. Esta creencia tan arraigada en nuestras mentes es la que genera todas las preocupaciones, miedos, intolerancia y depresión. Por eso esta lección 11 es una corrección a tal idea; mis pensamientos generan lo que estoy observando.
Si primero pienso y luego observo es claro que la causa está en el pensamiento, no en lo observado. Si el pensamiento es la causa y está en la mente, quiere decir que la causa de todo cuanto observo está en el mente. Entonces si mis pensamientos tienen un tinte específico (dolor, alegría, sumisión, sacrificio, tristeza) comenzaré a observar un mundo con esas características. Esto induce a pensar que el mundo por sí mismo no tendría características definibles. Solo ocurre la definición cuando mi pensamiento se usa para definir al mundo.
Demos un paso más; para un Creador basado en el amor Su creación debe ser amor. Si la Causa es amor, Su efecto es amor. Eso quiere decir que si en estos momentos comienzo a ver un mundo y después valoro a ese mundo como carente de amor quiere decir que mi juicio está influenciado por los pensamientos carentes de amor. Para el Curso de Milagros, un “pensamiento carente de amor” es un pensamiento sin significado. Esto es así porque el Curso postula que lo único real es el amor. Lo único que es real, por ende, es lo único que sí tiene significado.
Ver un mundo de violencia y muerte es un mundo que hemos elegido ver. Esto ha sido así y por eso nuestros pensamientos sin significado (pensamientos de dolor) me están mostrando un mundo sin significado (mundo de dolor). Esto comenzará a cambiar conforme avancemos en el Curso porque aprenderemos entonces a elegir lo contrario a pensamientos sin significado. Elegiremos pensamientos significantes: pensamientos amorosos. De esa manera comenzaremos a percibir a un mundo liberado de dolor, y totalmente neutral. Donde lejos de sentir miedo, sentiremos una total dicha y paz.
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