El Tercer Planeta Nº 376. Saber sin saber. (02/08/2019).

Bienvenidos al 376º programa de EL TERCER PLANETA conducido por Julio A. Guerrieri y Sergio O. Rubinetti ... y gracias por estar.
Hace 235 años el quizá último filósofo natural de la historia, John Michell, estaba estudiando profundamente la Teoría de la Gravitación Universal de su colega Isaac Newton. Una teoría que en esos momentos era absolutamente, (y aquí el término “absoluto” era tal cual), revolucionaria y que venía a unificar la labor de dos anteriores gigantes de la Astronomía: Galileo Galilei el creador del actual Método Científico Experimental que pasó años trabajando con la gravedad utilizando planos inclinados, y Johannes Kepler quien compuso las tres leyes del movimiento de los planetas alrededor del Sol que llevan su nombre. La tercera ley de Kepler o “Ley Armónica” es una muestra perfecta del movimiento de los planetas y del tiempo que tardan en sus órbitas alrededor del Sol. Pero si bien los experimentos del genio italiano mostraban resultados relacionados con una fuerza invisible y el gran Astrónomo alemán encontró la solución al movimiento de todos los planetas alrededor del Sol a través de las proporciones y la geometría, ninguno de ellos pudo descubrir el origen y la naturaleza de esa fuerza y la de los movimientos planetarios. Isaac Newton entendió que ambos fenómenos se trataban de una misma fuerza y que esa fuerza era la Gravedad. Con la llegada de Newton, nació toda una nueva forma de observar la Naturaleza y el Universo todo. La Tierra tenía gravedad y para que un cuerpo saliera de ella al espacio debe superar una velocidad que se llama Velocidad de Escape. John Mitchell pensó en estrellas con mucha gravedad y por tanto con una alta Velocidad de Escape. Pero pensó en estrellas con una gravedad tan grande que tuviesen una velocidad de escape igual a la velocidad de la luz. Si esto era así, la estrella sería invisible porque la luz no podría escapar de ella. Un bonito juego matemático, pero jamás habría pensado que estos objetos existieran en la Naturaleza. John Mitchell había establecido sin saberlo la primera teoría sobre los Agujeros Negros.