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Comentarios
En parte de acuerdo contigo. A mí me apasiona viajar pero es cierto que cuando peor estaba anímicamente es cuando más he viajado. Llegaba el fin de semana y me iba directamente del despacho al aeropuerto. Como ya sabes, tengo la suerte de ser canaria, eso me ha permitido vivir en un auténtico paraíso y hace que en verano, bueno prácticamente todo el año, pueda disfrutar del sol, de la playa... así que no tengo la necesidad que puedan sentir otros de irse de sus lugares habituales para desconectar que en todo caso sería una conexión con uno mismo. Ahora viajo menos, porque no tengo tanta necesidad de huir y cuando lo hago es por placer. Es cierto que viajar tiene mucho de postureo, este verano he sido más consciente de ello. Abría mi facebook y solamente veía a gente alardeando de sus escapadas, de sus días de playa... una na de las mejores decisiones que he tomado es no tener redes sociales. Ha sido una liberación, ha sido como volver al mundo real. Con respecto al trabajo. Yo tengo un trabajo que está denostado, que se ve automatizado, como es el ser funcionaria. En un primer momento fue una opción para tener una vida acomodada económicamente y tener cierta seguridad en un momento de incertidumbre laboral, pero a medida que ha pasado el tiempo y, después de haber tragado muchas muerdas y haber aprendido a poner límites, he descubierto mi propósito de vida: que es el servicio público. Cada día estoy más segura de que me gusta trabajar por mi ciudad. A veces me crea confrontación con compañeros y políticos pero, aún así, me levanto cada mañana con ganas de ir al despacho y eso, para mí, es un privilegio. No veo mi trabajo como una simple manera de ganarme los garbanzos sino como un labor que disfruto.
hola Paco. te cuento que tengo un trabajo comun y poco valorado por muchos y lo he convertido una labor con la cual he logrado un grado de reconocimiento y se me valora por él. me siento satisfecha pero no es mi objetivo de vida.