Una Mujer En El Camino

Una mujer en el camino la joven se acercó a la ventanilla de ventas de pasajes de lo que debería conducir la casa de sus padres a unos trescientos kilómetros de distancia un pasaje para adquirir sus cincuenta marcos señorita cinco yo pensé en ley en el diario que su valor era solo de cuarenta y cinco marcos han sido alzado señorita usted comprende el petróleo incide en todos estos insumos presenta reglas que deben benzema rabia si busco en su pobre cartera de plástico en espera de hallar cínico más y se apartó de la ventanilla y después de unos minutos levanta la cabeza hacia el funcionario que la observaba de reojo solo tengo tengo cuarenta y siete marcos señor no sería posible que lo lamento pero no puedo pues tendría que ponerlo de mi bolsillo el saldo por favor quiere dejar sitio para esas personas detrás suyo sí sí por supuesto perdón y con grandes aliento y conteniendo a duras penas las lágrimas que una van por por la tarde ojos se alejó de la ventanilla dejándose caer en uno de los bancos que hay había y dificultades levantado vivamente la cabeza y sus ojos brillantes por las lágrimas que al fin había rodado tímidamente sus mejillas mino al hombre que le hablaba era alto bien proporcionado de puro tipo el joven sonreía afable mente pregúntese vida dificultades fiesta en dificultades por supuesto sin embargo yo diría que sí que lo está la estuve observando desde que estaba en la ventanilla y me doy cuenta de quien no podrá acceder a donde desea ir bueno cuando le falta para completar la cantidad gracias momento un momento no me tema solo quiero ayudarla a llegar a su hogar tal vez aprieta los labios sentía ganas de llorar a gritos se secó rápidamente las lágrimas sino respondió el joven la tomó suavemente de un brazo vamos vengas conmigo la ventanilla quiero prestarle el dinero que le falta sesión no conozco usted además no podrá devolverlo pero esto no tienes ninguna importancia joven compró el billete para que ir día se lo a la joven quien a su vez se pretendía los cuarenta y siete marcos que ella pues no no no no no guarde los pueden hacer les falta en el camino señorita señor gracias por lo que acaba de hacer pero no tiene por darme las si podemos ayudar al prójimo tanto mejor veamos su sale a las tres y ahora son las dos que le parece si me acompaña a un refrigerio en el joven pareció asustarse miró a todos lados como buscando la manera de escabullirse evidentemente no confía de ustedes nadie hace muy bien pero no debe temer de mi soy el reverendo eric jugar es decir un sacerdote es eso suficientemente confiable para usted un hacer perdón y yo pienso por supuesto que entiendo todo lo que me quiere decir vamos venga a comer algo pues sospecho que tiene usted hambre a jóvenes tomaron asiento en un mozo les sirvió puedo preguntar sucedido regreso a casa ellos habían depositado su confianza una joven de su edad no ha sido derrotada un erna la derrota comienza los cincuenta años si a esa edad usted no ha alcanzado las metas propuestas tal vez pueda considerarse no derrotada pues la vida continúa su lucha sí no