Víctor R. Alfaro - Noventa y siete

Nací en mil novecientos noventa y cuatro el veinte de febrero de mil novecientos veinticuatro un día que según me dijeron mis padre estaba negando por esa yo siento mucho veces río mi abuelo joaquín duerme con calcetines y pijama largo hasta en verano dice que es tan frío alero porque un veinte de febrero de mil novecientos veinticuatro cayó una gran nevada sobre bush y por cierto me presento me llamo víctor víctor alfaro y aunque soy madrileño tres de mis cuatro abuelos hicieron en castilla la mancha también mi madre mi abuela esperanza nación durón en guadalajara y mi abuela cármenes de balde colmenas de abajo en cuenca mi madre al igual que mi abuelo nació en un pequeño pueblo de guadalajara al que camilo josé cela menciona en su libro viaje al carrito en mil novecientos cuarenta y seis el escritor a cabo encarcelado en este pueblo nadie sabe muy bien qué es lo que pasó pero el caso es que podía le llamó la atención porque dejó escrito que su plaza le recordaban de un pueblo humor pero porque elegida mi abuelo joaquín y no hace la otro ilustre personaje para protagonizar este podcast pues porque creo que me vuelves memoria viva es toda una generación con de castellano manchegos que vivieron cosas que el paso del tiempo nos está haciendo olvidar a trabajar empecé a trabajar con cuatro años obras y con menos cuatro o cinco años tengo un hijo de esa edad y la verdad es que no puedo imaginar milo yendo al campo arar o o semanas me gusta escuchar la voz de mi abuelo porque en ella como decía lo siento ciento el esfuerzo de un pueblo se puede luchar el calor de los campos se puede escuchar a un campesino que se hacía sucediendo debiendo de un motivo yo si la voz de mi abuelo escucho eso escucho de eso y mucho más a sus noventa y siete años sigue teniendo una lucidez y una memoria envidiable una fortaleza y una energía que creo sinceramente que tiene que ver con sus raíces con lo que vivió y cómo vivió en aquel pequeño pueblo de la mancha se levantaba no puedo mañana y desgracia era echarle caballería comer estaba y luego cogía las caballerizas les ponían parejos en una comida sal gorda para poner el arado y el yugo y un saco con un poco de paja y un poco de en un juego un poco de pies éramos era mi padre yo lo que hago los dos vende con una máquina anteriormente lo hacían al aire gente soy a cantar con el campo tiempo donde realmente estaba contento no estaba trabajando no estás en y ya estaba por eso cantadas cantar capta en ese momento había allí en el campo estábamos como muchas veces amor no veíamos que el sol se dio a metiendo para esconderse salíamos para llegar a casa que no fuera de nuestra cantar y trabajar y eso dice mi abuelo a ver que es posible que haya idealizado aquella época de esfuerzo en el campo pero no sé algo de verdad ahora personas que se levantaban de madrugada caminaban varios kilómetros hasta las aceras y acababan cantando a pleno sol para su llevar todo aquello verdadera ejemplo os contaré también que con siete años mi abuelo fue la escuela aunque yo no duró mucho fe era un maestro que se llamaba eliseo que la guerra fue una de las personas que te rodean al salir los mataron en invierno había una cifra en la escuela y definir los chicos damos un porrillo mundo un truco cada uno uno veinte que queramos allí había dos o tres dos yo creo quedando que le quedan de lo que ellos y yo en una