Voces del Misterio RELATO DE TERROR: Doctor Mortis y el hombre de nieve

El hombre de nieve la joven señora pegó el rostro los vidrios escarchados y miró al exterior he querido qué es aquello que se ve en esa loma al parecer un muñeco de nieve asegura que no estaba ahí cuando esta tarde pasamos con el automóvil debe haber estado tal vez no nos fijamos bien no olvides que nevaba bastante es un hombre de nieve y muy bien hecho quién habrá hecho me parece haberte oído decir que no teníamos vecinos rodeó con sus brazos el talle de su bella y joven esposa no hay vecinos gracias a dios nancy esta es una luna de miel perfecta y entonces cómo está ahí ese mono de nieve quizá algunos chiquillos han pasado por el lugar lo dejaron ahí no me gusta y el joven se estremeció en brazos de su esposo pese a que en la simpática cabaña ardía un excelente fuego en la chimenea si no te gusta ese muñeco idea desayuno no es necesario civil está muy bien hecho y qué dices entonces que no te gusta no se lo dije sin reflexionar sabes que me gustaría echarle una mirada de cerca quieres venir conmigo uno ya son las seis de la tarde y aún no he preparado la cena está bien yo regreso feliz querido si vio salir a su marido y marchar hacia el altozano en cuya cima podía verse el muñeco de nieve en realidad era una obra maestra de arte la joven señora siguió con la mirada el camino de su esposo lo amaba lo amaba entrañablemente le había traído un nuevo rayo de esperanza su vida de hija única de madre viuda su padre había fallecido cuando ella tenía cinco años y la muerte del pobre hombre había sido atrás habíamos visto totalmente loco furioso en un manicomio del país desde entonces su madre debió valerse por si sola debia salir a trabajar mientras nancy a los seis años debía ya hacerse cargo de la casa y así pasaron otros seis años cierto día que su madre regresaba en silla de doce años preparaba la comida tallarines a la italiana que tanto agradaban a su padre napolitano de nacimiento nancy había aprendido a hacer una excelente cocinera y sus tallarines y espagueti sabían a gloria qué bueno la señora montanari se encaminó a la cocina donde nancy se afanaba con los tallarines se detuvo en el umbral quitándose el sombrero alguna novedad buena mala el mexicano con tomate la señora montanari abrió la alacena sacó el tarro contorno de y luego se preparó un emparedado de queso nancy mientras tanto abría la lata y vaciaba los tomates dentro de la olla y que preparaba la salsa pero entonces la señora montanari se quedó con la mano alzada y el emparedado medio poner dentro de la boca porque nancy no sólo había puesto en la olla los tomates sino que luego arrojó el tarro vació dentro del texto sí qué haces arrojaste la lata dentro de la salsa rostro simpático de nancy se volvió a ella una mueca semejante a una sonrisa que la señora montanari jamás había visto antes en esa carita pareció desdibujarse los ojos con las pupilas dilatadas la mirada de manera extraña nací mijita tienes que tienes hija le gustaban así no mi mamá sí la señora montanari se abrazó a su hija sollozando qué es lo que ella tiene usted dirá por el momento no puedo diagnosticar nada pero será muy bueno que ansí pasé algún tiempo en el sanatorio municipal piensa