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Comentarios
Terrible. Viniendo de Extremadura me creo cualquier cosa, y casi más aún si los casos de vampiros y ejecutores a sueldo, tal y como auténticos sicarios, provienen de las hurdes extremeñas. Da para todo tipo de fenomenologías extrañas estas ricas tierras españolas, y por supuesto no iba a ser menos estos casos de vampiros chupasangre y criminales despiadados, que por un puñado de parné matan y asesinan a una víctima elegida por algún que otro curandero que se encargó de que el matador despojase al cadáver de sus órganos internos, y utilizarlos todos para un fin de curación de la persona pagadora y aquejada de algún mal incurable. El caso de la desgraciada joven nombrada aquí, y que murió asesinada y desprovista de sus órganos internos fue un grotesco asunto muy doloroso, su nombre era Francisca Sánchez. D.E.P. 🙏
Pudiera ser una leyenda más, o de una carga de veracidad comprobada, de esas que adquieren un matiz tal, que no parecería, en absoluto, que tuviese algún atisbo de fábula. Ese vampiro montado en su rectangular barca pintada de color negro, tal como si fuese un ataúd a impulsos de avanzadilla y boga, macabro y tenebroso por la ribera de matorrales del río Guadiana; como un cocodrilo que acecha semi oculto entre la maleza más espesa y penumbrosa, que acelera inexplicable a un ritmo de asombro, hasta cazar, literalmente, a la presa que se le puso a tiro, hasta llegar a succionar la sangre toda, el líquido vital, y dejar despojado de ella al cuerpo yacente y abandonado en las aguas fluviales.