LA VOZ QUE FUERA UN DIA 7
Harto de crecer en vano, de gritar tras de un muro,
de salvar caracolas, alegrías, de abrir y cerrar pórticos,
de elevar a atalayas a aquellos que no saben volar,
a los que desean distancias por alejarse del sol
para ser más luz y más fulgor que los sueños,
más blancos que la nieve, más azul que los mares,
tener más razón que los dioses.
Harto de estar con los ojos vendados, precintada la boca para no hacer dolerse
a los que no se duelen por nada ni por nadie y ensordecen campanas y se aíslan de lluvias.
Harto de ser oculto, de estar en los confines de nuestra libertad,
de verme en los relojes parados de la historia, de ver yacer mis pies
mientras veo envejecer mis viejas zapatillas por no desandar ni andar
por aquellos parajes que prometen y roban después de convencerte
que ese es el camino, grito detrás del muro para avisar a todos
de la poca vergüenza de simples caga nalgas, de esos pelaespigas
que pretenden tan solo comerse los frutales y dejarnos ortigas
que pudren las entrañas.
La voz que fuera un día late con esa fuerza de la coz de un cimarrón,
por defender mi manada, el cristal con el que miro amanecer el futuro
despotricando ante el muro al que he de oponerme,
tratando de imponer los designios que son propiedad de los hombres
dando luz a la niebla y fuerza a los corceles del latido de nuestros corazones,
yo Reclamo por todos también desde mi voz,
barrotes que os encierren por ello, por años venideros,
no seréis los últimos, tampoco los primeros
que estaréis encerrados en vuestro arco iris,
os hartareis de ver el pan duro y mugriento,
el que lleváis mil años haciéndonos comer,
contareis los minutos como siglos-castigo sin ver la luz,
sin oler ya olvidado el dolor que habéis sembrado siempre,
ese dolor el nuestro el que nos habéis dado,
ausentando por siempre el de la libertad.
Chema Muñoz©
Comentarios