nº 190: ¿Qué es una casa de Dios cristiana?
Una casa de Dios cristiana es tanto un símbolo de la comunidad eclesial de las personas de un lugar concreto, como un símbolo de las moradas celestes que Dios nos tiene preparadas a todos nosotros. Nos reunimos en la casa de Dios para orar en comunidad o a solas y para celebrar los ?SACRAMENTOS, especialmente la EUCARISTÍA. [1179-1186,1197-1199]
«Aquí huele a cielo»; «Aquí uno está en silencio y reverentemente». Algunas iglesias nos envuelven literalmente en una atmósfera densa de oración. Sentimos que Dios está presente en ellas. La hermosura de las iglesias nos remite a la hermosura, la grandeza y el amor de Dios. Las iglesias no son sólo mensajeros en piedra de la fe, sino residencias de Dios, que en el Sacramento del altar está ahí real, verdadera y sustancialmente presente.
nº 191: ¿Qué lugares litúrgicos caracterizan una casa de Dios?
Los lugares principales de una iglesia son el altar con la cruz, el TABERNÁCULO, la sede del celebrante, el ambón, la pila bautismal y el confesionario. [1182-1188]
El altar es el centro de la iglesia. Sobre él se hace presente el sacrificio de la Cruz y la Resurrección de Jesús en la celebración de la Eucaristía. Es también la mesa a la que es invitado el Pueblo de Dios.
El ?TABERNÁCULO, una especie de caja fuerte sagrada, alberga, en un lugar lo más digno posible y destacado de la iglesia, el Pan eucarístico en el que está presente el mismo Señor. La lamparilla del sagrario señala que el tabernáculo está «habitado». Si no está encendida, es que el tabernáculo está vacío.
La sede elevada (en latín cathedra) del ?OBISPO o del ?SACERDOTE debe indicar que es en definitiva Cristo quien preside a la comunidad.
El ambón (del griego anabainein = ascender), el atril para la lectura de la Palabra de Dios, debe permitir reconocer el valor y la dignidad de las lecturas bíblicas como palabra del Dios vivo.
En la pila bautismal se bautiza y la pila de agua bendita debe recordarnos nuestras promesas bautismales.
El confesionario o sala penitencial está para poder reconocer la culpa y recibir el perdón.
nº 192: ¿Puede la Iglesia cambiar o renovar también la Liturgia?
Hay elementos modificables e invariables en la ?Liturgia. Es invariable todo lo que es de origen divino, como por ejemplo las palabras de Jesús en la Última Cena. Junto a esto hay partes variables, que la Iglesia en ocasiones incluso debe cambiar. El misterio de Cristo debe ser anunciado, celebrado y vivido en todo tiempo y en todas partes. Por ello la Liturgia debe corresponder al espíritu y a la cultura de cada pueblo. [1200-1209]
Jesús llega a todo el hombre: a su espíritu e inteligencia, a su corazón y su voluntad. Justamente eso es lo que quiere hacer él hoy en la Liturgia. Por eso la Liturgia tiene en África rasgos diferentes a los de Europa, en las residencias de ancianos diferentes a los de las Jornadas Mundiales de la Juventud, y en las comunidades parroquiales tiene un rostro diferente al de los monasterios. Pero debe permanecer reconocible que es la única Liturgia de toda la Iglesia universal.
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