Los 4 pilares fundamentales de la Meditación con Cristales son: Respiración – Postura - Enraizamiento - Enfoque Visual.
Este último es muy importante cuando meditamos con cristales pues nos permite entrar en contacto con la esencia del cristal y recibir los mensajes que el cristal trae para uno. Meditación dirigida para que la persona logre un estado de profunda relajación y una comunión con el cristal que está usando.
En todos los Rituales que desarrollamos en OKHENITA, vamos eligiendo, acorde a la intención que pondremos en el trabajo específico a desarrollar, los cristales más adecuados. En general se usan dos puntas de cristal de cuarzo pues son transparentes y van a aportar la luz necesaria para el proceso que estemos iniciando y luego incluiremos algún otro cristal que va más directo al desarrollo que estamos buscando en la meditación que estamos haciendo como ser: ónix negro, cuarzo rosa, amatista, aguamarina, citrino, etc. La Meditación debe transformarse en un momento de placer y crecimiento y no en una obligación, por eso les recomiendo hacerse un espacio de 10 ó 15 minutos todos los días para una pequeña meditación. Puede ser un ejercicio respiratorio, puede ser colocar una música y danzar o simplemente escucharla con los ojos cerrados, puede ser conectarse con una flor o un árbol y quedarse simplemente en esa observación en quietud y silencio.
A medida que vayan sintiendo el placer que les da la meditación seguramente irán aumentando de a poco el tiempo hasta que se transforme en una forma de vida.
Cuando deseamos conectarnos con un cristal, no debemos hacerlo de manera intrusiva. El cristal va a ser nuestro espejo, por ende debemos tratarlo con amor y respeto.
Cuando meditas con cristales trata de mirar sin ver, pues los ojos físicos no son más que meros instrumentos.
Aquel que tenga el corazón abierto podrá contemplar el cristal sin juzgar, recibiendo su mensaje sin levantar barreras mentales.
Sólo entonces se producirá la comprensión de aquello que se vea. Al mirar de esta forma estamos abriendo nuestro corazón, lo estamos mirando con el ojo del corazón y al enviarle nuestro amor entramos en resonancia con él. Contémplalo, cierra los ojos y quédate con su imagen en la mente, observa su estructura molecular, cómo vibra en tu misma frecuencia.
Deja que tu mente se rinda y vive en tu propio ser la armonía y la frecuencia cósmica del cristal. Es vital que no esperemos una visión total y rápida, simplemente entreguémonos a que la visión vaya viniendo de forma relajada, a medida que vayamos progresando interiormente, la visión mejorará.
Al poder incluirnos dentro del cristal podremos recibir los mensajes que ellos traen para cada uno de nosotros.
Los cristales que usaremos en las Meditaciones del Fin de Semana largo serán: 1 ) CUARZO TRANSPARENTE: Irradia la luz blanca de la divinidad, representando la armonía entre la luz y la forma.
Al igual que el ser humano, cada punta de cristal de cuarzo es única e irrepetible. Es un importante equilibrador emocional. Representa la luz en pensamientos, emociones, sensaciones y acciones.
Activa todos los niveles de conciencia, la comunicación con el Yo Superior y con los espíritus guía.
En el plano físico, aumenta las propiedades cristalinas de la sangre purificándola; activa y mejora la funcionalidad de las glándulas pineal y pituitaria; es un estimulador de las funciones cerebrales. 2) CUARZO ROSA: Considerada la piedra del amor, es el que nos enseña el amor a nosotros mismos.
Todos los patrones relacionados con el dar y recibir se registran en el patrón del cuerpo emocional y el cuarzo rosa es la piedra que mejor lo trabaja. Provoca desahogos emocionales, permite aflojar recuerdos y sentimientos reprimidos responsables del bloqueo de la autoestima.
Ayuda a cicatrizar las heridas del corazón. Enseña el poder del perdón, aporta fuerza y consuelo. Nos ayuda a sentir la presencia del amor, y ayuda a que desaparezcan las penas, el miedo y el resentimiento ayudándonos a fluir amorosamente. 3) ONIX NEGRO: Conocido como piedra de protección. Desarrolla la humildad, perseverancia y sentimientos de autoprotección. Ayuda en el control emocional, da autoconfianza en los estudios y en los trabajos. Amplia la capacidad para enfrentar las preocupaciones. Estabiliza emocionalmente y mitiga el terror a lo desconocido y a lo oculto. Ayuda a tomar decisiones.
Es piedra de poder, equilibradora por excelencia. Por ser negra trabaja enraizamiento (nos conecta con la tierra por lo tanto va a ayudar cuando hay problemas de depresión). Cristal ideal para concentrar la conciencia en el plano físico.
Marta Corral
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21.03.2017
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