"Generalmente, todo hombre que tiene una idea fija acaba convirtiéndose en extravagante para los demás. Lo mismo da que sea vegetariano, espiritista, teósofo, naturista...". Esta frase pertenece a Mario Roso de Luna, conocido como "el Mago Rojo de Logrosán", y al que le gustaba definirse como "teósofo y ateneísta", de hecho fue miembro del Ateneo de Madrid, donde trató a figuras importantes de la época, como Unamuno o Valle-Inclán.
Pero Roso de Luna, además de ser astrónomo, periodista, escritor y teósofo español, realizó una incansable labor divulgativa, gracias sobre todo a la publicación de sus obras donde aplicaba la doctrina teosófica a múltiples campos, como fue la musicología, la sexología, el totalitarismo, los mitos precolombinos, e incluso, el folclore español.
Ese llamativo interés por la teosofía, le surgió gracias al contacto personal que mantuvo en 1902, con Helena Blavatsky, Fundadora de la Sociedad Teosófica, a la que pertenecería tiempo después. Sin embargo, Roso no lo tuvo nada fácil, sino todo lo contrario. Fue silenciado y marginado, y a pesar de poseer una inteligencia sublime, siempre fue criticado dado su carácter de libre pensador.
En los últimos años, la figura de Mario Roso de Luna ha vuelto a suscitar el interés del público, gracias al extremeño Esteban Cortijo, doctor en Filosofía, periodista, y Fundador y Presidente del Ateneo de Cáceres, que publicó en el 2002, una tesis doctoral donde trataba en profundidad, la figura de este personaje. Su título: "Vida y obra del Doctor Mario Roso de Luna". Y para contarnos con más detalle, cómo fue uno de los personajes más importantes de la historia del pensamiento español, contamos con el mismo Esteban Cortijo.
Comentarios
interessante
Muy interesante, no lo conocía a Mario Roso de Luna. España es el país del ninguneo, sobre todo cuando se va por libre como Roso de Luna. Felicidades