“Podría ver paz en lugar de esto”
Instrucciones para la práctica
Propósito: Empezar a experimentar la paz que caracteriza a la verdadera visión.
Ejercicios más largos: 3 sesiones de cinco minutos: mañana, noche y otra entre medias.
Cierra los ojos y busca en tu mente situaciones, personalidades o acontecimientos que “te molestan” (una típica tríada en el Libro de Ejercicios). Repite la idea lentamente, mientras observas desapasionadamente la corriente de disgustos pasar. Después de un par de minutos puede que no se te ocurran disgustos. Eso es normal. Simplemente sigue repitiendo la idea lentamente hasta que hayan transcurrido los cinco minutos.
Respuesta a la tentación: Hoy no dejes de observar tu mente en busca de disgustos. Cuando notes uno, aplícale la idea. Hay dos formas de disgusto a los que hay que estar atento por si
aparecen, cada uno requiere una forma de práctica ligeramente diferente:
1. Si te sientes disgustado por alguna situación concreta, aplícale la idea concretamente:
“Podría ver paz en esta situación en lugar de lo que ahora veo en ella”.
2. Si tu disgusto no está relacionado con nada en particular, sino que es un estado de ánimo disgustado, simplemente repite la idea.
Observaciones: Las frases finales de esta lección se ocupan de un punto muy importante, y que es útil recordar a lo largo del Libro de Ejercicios y después. Repetir la idea sólo una vez puede que no cure tu disgusto. Tu disgusto puede desaparecer sólo después de que hayas pasado varios
minutos repitiendo la idea. Repetir la misma línea una y otra vez puede sonar a una especie de lavado de cerebro, en el que martilleas tu mente con sumisión. Sin embargo, yo encuentro que este ejercicio no adormece mi mente sino que la ilumina. Si mis sentimientos son muy fuertes, las primeras repeticiones de la idea pueden simplemente rebotar. Pero si sigo con ella, cada repetición permite que la verdad penetre un poco más hondo en mi mente hasta que finalmente vea la situación de manera completamente diferente. Por lo tanto, te animo a que de verdad intentes esta forma de práctica más larga.
Comentario
El pensamiento más útil que he oído en relación con esta lección es: “Fíjate en que dice: Podría ver paz”, y no debería ver paz”. Es facilísimo utilizar esta lección como otra razón para la culpa.
“¡Qué malvado soy! Debería ver paz, pero en lugar de ello veo este fastidio. ¿Qué me pasa?”.
No es así como se pide que practiques esta lección.
El primer párrafo contiene un resumen maravilloso del sistema de pensamiento del Curso sobre la paz:
La paz mental es claramente una cues… Leer más
[08:04, 19/8/2017] Hilda UCDM: Todos tenemos una función especial que llevar a cabo y vamos a ser guiados a ello, pues el Espíritu Santo, "el gran reciclador", si se lo permitimos, utilizará nuestro deseo de ser especiales y estar separados, en nuestra función especial, utilizará nuestra idiosincrasia en beneficio de todos.
Esa es la clave, preguntarle a Aquel que sabe qué quiere que hagamos ahora, y así a cada instante. Se nos dirá qué hacer muy concretamente, pero puede que alguna vez lo mejor para todos sea no hacer nada, o puede que tan solo necesitemos aquietar nuestra mente y sentir La Paz de Dios en nosotros.
Este no es un Curso de cómo comportarnos en la forma (aunque hay una regla de oro: haz a los demás lo que te gustaría que te hicieran a ti, y para ello tienes que percibirles correctamente como Hijos de Dios), pues la causa siempre es el pensamiento, por ello, con una mente en paz, surge un comportamiento pacífico y amoroso.
Si queremos la paz mundial tenemos que empezar por La Paz mental.
Uno de los lemas más importantes de nuestra vida podría ser: Primero La Paz , y luego todo lo demás se nos dará por añadidura, pues con una mente en paz podemos escuchar a Aquel que sabe que es mejor para todos en todo momento. Aquieta tu mente! Devolvámosle hoy nuestra mente a Dios!
Podría ver paz en lugar de esto!
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